I was stupid for letting you go...

I was stupid for letting you go...

martes, 12 de marzo de 2013

Capítulo 13. Café en unos ojos azul cielo.

Narra Ane.
Veo esa sonrisa de burla en la cara de mi hermano pequeño, por lo que me veo obligada a volver a la realidad y dejar mis estupideces pensando en Niall, algo que no tiene demasiado sentido.

--¿Pero qué coño dices?-pregunto con mi tono más borde-Anda hazme el desayuno-le digo agitando una mano como si fuera mi criado.
--¡Y una polla! ¡Háztelo tú!

Como siempre, acabamos discutiendo y yo sin desayuno, pero que conste que le he dejado llevar la razón porque ya llego tarde, por lo que me doy una ducha rápida, me pongo cualquier cosa y salgo corriendo de casa en dirección al parque donde he quedado con Martha.
Cuando llego ella todavía no ha llegado, por lo queme acerco a un Starbucks a comprar un café para desayunar ya que de verdad que tengo hambre, y vuelvo al banco donde habíamos quedado pero esta niña que no llega.
En lo que doy el segundo sorbo a mi café me llega un mensaje suyo.

"Harry se ha puesto peor, le acompaño al hospital, lo siento, lo siento mucho por dejarte plantada, enserio"

Resoplo molesta porque me lo haya dicho ahora y no antes de salir de casa, ya que ahora estaría calentita en mi cama y no aquí muriéndome de frío, pero ya que estoy aquí y las vistas son bonitas del parque en invierno, me quedo tomando mi café tranquilamente. Debería venir aquí a desayunar más a menudo.
Unos gritos al otro lado del parque rompen la armonía y tranquilidad de este nevado lugar haciendo que mire extrañado el lugar procedente de esos gritos, y de repente veo a mi caballero andante... quiero decir a Niall corriendo. ¿Pero qué está haciendo? ¿Qué tuerca se le ha movido? Pasa por delante de mí corriendo a toda velocidad y después retrocede hasta quedarse frente a mí de nuevo, mirándome con la respiración agitada.

--Ane, por favor, por favor, escóndeme-me pide con las palmas de sus manos juntas a modo de súplica.
--¿Cómo?-pregunto sorprendida.
--Se me acercaron unas directioners-explica con voz rápida-parecían dulces e inofensivas, las di un autógrafo, me hice unas fotos con ellas, hablamos un rato y después no me dejaban marchar y ahora me persiguen, creo que quieren mi ropa. Por favor, escóndeme-me pide desesperado.
--La verdad sería gracioso verte por ahí corriendo desnudo con el frío que hace, huyendo de unas niñas-digo con bastante indiferencia y hasta tal vez con tono de maldad antes de dar un sorbo a mi café.
--¿Por qué eres tan borde?-pregunta más extrañado que molesto.
--¿Yo? ¿Borde? Si soy un amor-digo utilizando mi frase, ya que todo el mundo me suele decir que soy borde y desagradable, pero mi respuesta es decirle que yo soy un amor y que son cosas suyas.
--Ayúdame ¿Qué te cuesta?-me pide de nuevo. Es insistente el chico.
--Mira-digo dejo mi café a un lado de mí con tranquilidad-me das un poco de pena,. así que...¿qué quieres que haga?

Él me sonríe ampliamente, haciendo que de nuevo me quede sorprendida por su bonita y peculiar sonrisa, antes de que él se siente a mi lado, pero a mi lado pegado a mí, es decir, como si realmente fuéramos algo más que conocidos por unas horas.

--Disimula, haz lo que sea que parezca que no estoy-explica nervioso.
--¿Y cómo hago yo eso?-pregunto extrañada.

Los gritos se escuchan cada vez más cerca y se pueden ver a las chicas ya a lo lejos correr hacia aquí, buscando al rubio, quien está cada vez más nervioso y alterado.

--¡Bésame!-exclama asustado.
--¿¡Qué?! ¿¡A ti qué tuerca se te ha movido?!-respondo bastante molesta por su desfachatez.
--Solo hace falta que lo parezca-me responde antes de cogerme de la cintura con facilidad y colocarme sobre sus piernas.

Pongo una pierna por un lado de su cadera y la otra por el otro, coge mis brazos y los coloca sobre su cuello, las suyas en mi espalda, debido a como están mis brazos nuestras frentes quedan pegadas al igual que nuestras narices, las cuales chocan en temperatura dado quela suya está calentita y la mía fría, pero aún así se rozan con cuidado.
Él sonríe de nuevo, solo que a esta pequeña distancia juraría que se ve aún más perfecto. Joder, debo dejar de ser tan estúpida y dejar de... pillarme o lo que sea por este chico.
Sus ojos azules de ese color exacto al cielo despejado, se unen a los míos de este color castaño tan vulgar. Siento que mis mejillas se han sonrojado y que se me escapa una sonrisa pese a que no quiero, cosa que hace que él también se sonroje y que se haga ver mucho más adorable de lo que ya era.
Se oye a las chicas pasar por detrás nuestra corriendo y gritando su nombre como histéricas, y, a pesar de que la razón por la que estemos así haya pasado, ninguno de los dos se separa. No nos movemos, ni un milímetro, nos quedamos quietos mirando la profundidad de los ojos del otro, sintiendo nuestros alientos prácticamente mezclarse por la cercanía de nuestros labios, haciendo que me sienta tan malditamente bien que hasta me doy asco por ello, ya que no me quiero ni me voy a pillar por él, pero de igual manera no me separo de él.
Todo va bien hasta que él baja sus manos acariciando toda mi espalda, lo que provoca en mí un escalofrío que él parece notar y hace que su sonrisa se agrande, hasta llegar a mi culo, donde decido que ya he llegado a mi límite de favores con él por hoy

--Bueno, ya has disfrutado de tu momento campeón-digo mientras separo mi cabeza de la de él de un movimiento rápido, al tiempo que aparto sus manos de mi cintura con algo de brusquedad.
--Oye, que tengo frío, no te separes-se queja llevando sus manos de nuevo a mi espalda.
--¿Me estás vacilando?
--No, esas chicas me han quitado el abrigo-se queja haciendo un puchero.
--¿Tú te chutas algo? Lo he hecho para que no te acosasen más, y ya se han ido,así que...-digo mientras intento bajar de sus piernas pero él me abraza con más fuerza haciendo que me pegue más a él.

¿Consecuencia? Tengo el don de girarme en el peor momento y nuestros labios acaban por encontrarse.
Solo es un pico, ¿qué importancia tiene eso? Pues tiene mucha cuando sientes que el mundo se cae a tus pies y que renace uno completamente nuevo y maravilloso, con unicornios, arco iris y cosas vomitivas, pero vomitivamente especiales y maravillosas que hacen que un cosquilleo me recorra por completo.Por otra parte, no quiero ni permitiré que otro imbécil me arruine la vida.

--¿¡QUÉ COÑO HACES CHAVAL?!-grito separándome de él lo más rápido que puedo, levantándome de sus piernas.

Me siento enfadada y traicionada, le dije que no quería que esto pasara y sin embargo llega aquí y me besa o hace por besarme, busca cualquier excusa para hacerlo, hasta quizás haya pagado a esas niñitas para que corran detrás de él, seguro que ha sido capaz de eso.
Con toda la ira invadiéndome, cojo el café que aún estaba en el banco y se lo tiro a la cara.

--¿¡TÚ QUE PARTE NO ENTIENDES DE QUE NO QUERÍA QUE PASARA?!-le grito con todas mis ganas.

Antes de que pueda siquiera soltarme una excusa me largo de ese dichoso parque lo antes que puedo y lo que mis piernas (y un extraño consquilleo en mi estómago- me permiten, pensando en lo idiotas que pueden llegar a se los hombres y lo que pueden hacer por conseguir a una tía.
Según llego a casa subo las escaleras sin decir ni hola a mis padres y simplemente al llegar a mi cuarto, cierro la puerta de un golpe y me tiro a la cama.
Pero ¿De qué va ese niño? Es que en estos momentos no puedo tenerle más asco, quizás porque parte de su actitud me recuerdan a... bueno, no importa, da igual que me recuerden a él, pero me cabrea que me haya engañado, ya que realmente parecía agradable y bueno, y hasta puede que le diera una oportunidad. Aunque por otra parte... pensándolo más detenidamente y sin la sangre hirviéndome de impotencia...quizás no lo ha hecho aposta, y...le he tirado el café caliente a la cara, pobrecito, quizás... bueno, quizás me haya pasado con él. Perfecto ahora me remuerde la conciencia.
Sin ser apenas consciente llevo mis dedos a mis labios, siguiendo el contorno del que los suyos y sintiendo como el cosquilleo de mi estómago se agrava hasta ser casi insoportable, aunque supongo que será del frío de la calle, pero eso no quita que se me escape una sonrisa de idiota.
El sonido de mi móvil llamando interrumpe mis pensamientos y hace que coja el móvil de mala gana.

--¿¡QUÉ HAS HECHO?!-me grita alguien, supongo que Martha, al otro lado de la línea
--¿Yo? Nada-respondo confundida.
--¿¡NADA?!-grita histérica perdida-¡HA VENIDO NIALL LLORANDO A MI CASA DICIENDO QUE TE HA BESADO SIN QUERER Y QUE LE HAS TIRADO CAFÉ A LA CARA!
--Que pena que me da-respondo más irónica de lo que tal vez debería.
--¿¡PERO TÚ ESTÁS TONTA O QUÉ TE PASA?! ¡NIALL ES MUY, PERO QUE MUY SENSIBLE Y NO SE ENAMORA DE CUALQUIERA! ¡ESTÁ ENAMORADO! ¡DE TI! ¿¡LO CAPTAS?!
--¿Y yo qué le hago? ¿Una fiesta?
--¿¡PERO QUÉ PROBLEMA TIENES CON LOS HOMBRES?!
--Ninguno.
--¿¡CÓMO QUE NINGUNO?! ¡TE HE VISTO RECHAZAR A MONTONES DE CHICOS! ¡DE TODOS LOS TIPOS!-me grita haciendo que comience a cabrearme por su tono de voz-¡Y CLAAAARO COMO ERES UNA BORDE! ¿¡QUÉ PROBLEMA TIENES?!
--¿¡QUE QUÉ PROBLEMA TENGO?! ¡QUE TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS SON POLLAS CON PIERNAS QUE SOLO VAN A VER DÓNDE METEN LA POLLA Y SI SE LO NIEGAS TE DEJAN POR UNA PUTA QUE TIENE EL COÑO MÁS ABIERTO QUE LA BOCA DE METRO! ¡ESE ES EL PROBLEMA!-grito antes de colgar, porque para que me esté gritando y me haga sentir mal paso de hablar con ella.

Y cómo no, tenía que venir él a mi mente, ese ser al que antes le decía constantemente como una idiota enamorada, "Te quiero".

No hay comentarios:

Publicar un comentario